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"Orgullo Azul y Oro" (La Rebel)
La Rebel en la llamada epoca de los trapos

 La rebel surge el domingo 18 de enero de 1998, en el ancuentro entre PUMAS vs celaya, el cual la universidad salió victoriosa por un marcador de 3-1. En sus comienzos formada principalmente por ex integrantes de la porra plus y grandes aficionados a la UNIVERSIDAD que no habían podido expresar la pasión y sentimiento que tienen por el equipo debido al monopolio de la porra anteriormente mencionada.

En un principio fueron propuestos varios nombres uno de ellos era "La barra libre" y otro fue el de la Rebel como ahora es conocida, cabe mencionar que el nombre de Orgullo Azul y Oro se debe a la manta principal que siempre nos acompaña copando las tribunas.

Se cuenta que en sus comienzos 14 enardecidos universitarios, escribieron las primeras páginas de la historia de la barra, si por primera vez en CU se comenzaron a escuchar los cánticos del corazón, el estar los 90 minutos del tiempo de juego de pie apoyando sin cesar al equipo, y el medio tiempo para lo que está hecho, para descansar.

Con el paso del tiempo y debido a su gran éxito sobretodo con la nueva sangre universitaria, Orgullo Azul y Oro ha crecido inmesurablemente, y es hoy en día la mejor barra del país, además de ser temida por las demás porras de la ciudad y de todo México, debido al sentimiento que sus integrantes ponen juego con juego, al cantar cada una de las canciones que constituyen la ReBeL, y como todos dicen hoy en día: "COMO NO TE VOY A QUERER SI MI CORAZÓN AZUL ES Y MI PIEL DORADA, SIEMPRE TE QUERRÉ".

Asi mismo el 15 de Diciembre de 2006 la orquesta de Pumas deside tocar organizadamente dandose el nombre de "Club Atlético los Rebel´s de la Canción" (CAR´sC


 

Hoy en día la Rebel se ha consolidado como la barra más grande y popular de nuestro país, con el mayor número de integrantes, el mayor repertorio de cánticos, el mejor “awante” (fuerza, coraje y pasión) y una organización tal que la ha llevado a ser la barra que ha marcado las pautas desde hace años a nivel nacional.
El término “barra” nace en Argentina y se refiere al grupo organizado de aficionados a un deporte en apoyo de un equipo en particular. Su actuación se caracteriza por el uso de cánticos de aliento, la musicalización de los mismos, así como la utilización de mantas, banderas y barras de tela con los colores de cada equipo en particular. Hoy en día lo más común es que cada equipo cuente con una o varias barras organizadas.
Las barras fueron importadas a México desde Argentina en el año de 1995 por el Club Pachuca con la finalidad de dar más colorido y pasión a las tribunas, ya que desde tiempo atrás se había criticado a la afición mexicana de ser fría y pasiva. A raíz de esto, diversas barras comenzaron a surgir en los equipos del fútbol mexicano, dando paso al surgimiento de la Rebel, la primera barra como tal de los Pumas de la Universidad Nacional.
Los orígenes de la Rebel se remontan a finales de los noventa, cuando 14 integrantes de La Plus(la porra de animación más grande de los Pumas en ese entonces) decidieron separarse debido a diferencias y disputas para formar un nuevo grupo de animación que apoyara al equipo durante los 90 minutos de juego sin descanso alguno, adoptando cánticos y el modelo de las barras argentinas.

La Rebel surge el domingo de 18 de enero de 1998 en C.U., en un partido entre Pumas y el Celaya, que los felinos ganaron por un marcador de 3-1. Aquel día fue cuando éstos 14 enardecidos aficionados apoyaron al equipo de pie durante los 90 minutos, cantando y brincando sin cesar. En sus orígenes fueron propuestos varios nombres para la barra, uno de ellos fue el de “Barra Libre” aunque se prefirió adoptar el nombre de Orgullo Azul y Oro (el cual es el nombre oficial de la barra) debido a la manta principal de la misma.
A raíz de esto y con el paso del tiempo, la Rebel ha crecido enormemente, y es hoy en día la barra más grande de México, además de ser temida por las demás porras de la ciudad y del país, debido al sentimiento y pasión que sus integrantes demuestran en cada partido, cantando cada una de las canciones que forman parte del repertorio de la Rebel, creando famosos gritos de guerra como él: Cómo no te voy a querer, si mi corazón azul es y mi piel dorada. Siempre te querré”.
En la actualidad la Rebel cuenta con alrededor de 12 mil integrantes y ocupa toda una tribuna (el Pebetero) del Estadio Olímpico Universitario. La barra está organizada por barrios lidereados por una o varias personas según sea el caso. Además es la única barra del futbol mexicano que cuenta con una “orquesta” completa, los llamados CAR’sC (Club Atlético los Rebel’s de la Canción), los cuales cuentan con el mayor número de bombos e instrumentos que musicalizan los cánticos.

Club Atlético los Rebel´s de la Canción (CAR´sC)


Es el propio profesor Martínez quien nos comenta cómo es que la Rebel se ha convertido en la barra más grande y poderosa del país, lo que ha derivado en que la propia Rebel sabedora de su grandeza y poderío se ha convertido en el espectáculo (trascendiendo de cierta manera al fútbol) siendo el centro de atención en cada lugar que se presenta, dejando el partido de lado en ocasiones, ya que cuando la Rebel se encuentra presente en algún estadio la gente observa y disfruta el espectáculo generado por la Rebel y no solo el espectáculo generado en la cancha por los equipos en disputa.

La Rebel en el estadio Azteca durante un partido contra el América
 
Es un hecho que las barras han trascendido al fútbol, teniendo sus integrantes en principio un sentimiento de pertenencia a un equipo o institución (en este caso a los Pumas o a la UNAM) que después deriva en un sentimiento de pertenencia única y exclusivamente a la barra, teniendo el fútbol sólo como un pretexto.
El perfil de los integrantes de una barra es principalmente gente joven, de 15 a 30 años aproximadamente, de cualquier clase social (predominantemente clase media o baja) que se encuentra en una etapa transitoria donde se busca expresar y desahogar una serie de sentimientos, emociones, frustraciones, ideologías o rebeldías.
Por otra parte, uno de los temas (estigmas) más relacionados con el tema de las barras es el de la “violencia en los estadios”, el cual ha sido lamentablemente utilizado por los periodistas deportivos como sinónimo de barra, situación que no es del todo correcta. A mi parecer, los medios se han encargado de satanizar y juzgar a estos grupos juveniles de animación, tachándolos con adjetivos que van desde vándalos hasta criminales.
Respecto a este tema, el profesor Samuel Martínez recordó que la violencia es una categoría polisémica (borrosa) que alude a una infinitud de fenómenos sociales por lo que, además de ser algo que históricamente ha acompañado y caracteriza de manera muy diversa a todos los seres humanos, no es la mejor palabra para describir y comprender lo que sucede en los estadios. Al contrario: se trata más bien de una palabra que impide comprender a las barras; una palabra cuyo uso que no ayuda a ver lo que está debajo de esos jóvenes que siguen a los equipos; una palabra que de facto condena y a priori estigmatiza; una palabra por cierto, que los medios de comunicación adoran utilizar para describir lo que no entienden; una palabra con la que lo único que consiguen los periodistas deportivos es satanizar y alarmar a la población.
Está claro que dentro del fútbol y las barras mexicanas hay rivalidades fuertes, por lo que existen sentimientos de odio y repudio hacia uno u otro equipo; está claro que a raíz de esto se han generado y se seguirán generando episodios esporádicos de violencia (la cual no es el principal objetivo de ninguna barra, sino que es un ingrediente más que en ocasiones se presenta) y como menciona el profesor Martínez haciendo una analogía, el fútbol es una guerra y las barras son los ejércitos de cada bando dispuestos a defender su territorio con orgullo y coraje, con sentimientos de virilidad exaltados y que además desempeñan un papel y una función específica y determinante dentro de lo que él llama “la teatralidad de fútbol”, donde todo es un espectáculo y cada actor desarrolla el papel que le toca realizar.
Las barras, en este caso la Rebel, ya han trascendido al fútbol, pero afortunadamente en México aún no se ha llegado a los extremos en donde el fútbol, la política, la mafia y los grupos de choque están unidos, como es el caso de Argentina, pero que de seguir creciendo este fenómeno a nivel nacional, tarde o temprano nos alcanzará dicha realidad.


 
(Foto tomada de la "salida" en el juego de la final de Ida del T-Cl2009) 


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